La conducta desafiante y oposicionista
Mi hijo nos interrumpe

Cada día estamos viendo cómo crece cada vez más la conducta desafiante y el oposicionismo, y cada vez a edades más tempranas. Nos encontramos con padres que piden ayuda sobre cómo arreglar este comportamiento en sus hijos, ya que interfiere mucho en la convivencia y va generando un gran malestar.

¿Cuándo aparecen las primeras conductas de oposición? En el desarrollo evolutivo es NORMAL observar cierto grado de conducta desafiante cada cierto tiempo, por ej. a los 2 años de edad, podemos observar como el niño empieza a decirnos “no” ante una orden, y a empeñarse en mantener su “no”. Si estas etapas NO SE MANEJAN ADECUADAMENTE, la conducta corre el riesgo de fijarse, endureciéndose cada vez más.

Cuando nos relacionamos con alguien (niño o adulto) que tiene conducta desafiante u oposicionista lo que percibimos es una actitud negativa en forma de “RESISTENCIA” que desgasta cualquier tipo de relación. Relacionarse con alguien que por sistema se opone, protesta, no colabora, obstruye, se muestra hostil, cuestiona, se enfada con facilidad, se muestra resentido, rencoroso, vengativo, y se pone a la defensiva cada vez que nos acercamos... es un desgaste tremendo. “DESAFIAR y RESISTIRSE” se convierte en un reforzador y en una forma de relacionarse.

¿Qué podemos hacer? Varias cosas. Y lo mejor es BUSCAR AYUDA PROFESIONAL pues vamos a necesitar un buen trabajo de modificación de conducta, conexión y gestión emocional, una tarea para la que es mejor tener una guía y orientación de un experto en el tema. Son varias las cosas a cambiar: el tipo de relación, la forma de aplicar la disciplina, ampliar el manejo de consecuencias, aprender a conectar y empatizar con nuestro hijo o con ese adulto oposicionista, cambiar nuestra actitud, la regulación de nuestras emociones, el cambio de algunos de nuestros pensamientos y creencias...

No lo dudes. Si estás viviendo una situación así, podemos ayudarte.

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