La atención es individualizada y confidencial.
En las consultas para niños o adolescentes se realiza una primera entrevista sólo con los padres. En ella se recaba toda la información pertinente sobre el hijo, haciendo la historia evolutiva y una descripción detallada de los motivos que les llevan a pedir ayuda. En base a esa entrevista, se plantean los siguientes pasos a seguir, bien sea una evaluación del niño/adolescente, o el inicio de las sesiones de terapia o de entrenamiento.
Las evaluaciones dependen de cada caso. Terminado el proceso de evaluación, se mantiene una sesión con los padres para exponerles las conclusiones a las que se ha llegado. Se les propone unas pautas a seguir o unas sesiones terapéuticas o programa de entrenamiento.
Cuando se están llevando a cabo sesiones terapéuticas o de entrenamiento con los niños y adolescentes, los padres son informados periódicamente de los aspectos que se están trabajando y de su evolución.
Si las circunstancias lo aconsejaran, y siempre de acuerdo con los padres, podemos ponernos en contacto con el colegio.
En las consultas con adultos, se realiza una primera entrevista sobre los aspectos vitales más importantes de la persona y de los motivos que le llevan a pedir ayuda. Habitualmente la persona realiza algunas pruebas de evaluación antes de iniciar la terapia. La frecuencia de las sesiones de terapia depende de cada caso, siendo habitualmente semanales o quincenales en un principio. El número de sesiones será el mínimo necesario.