Cuando hablamos de educación, muchas veces nos vienen asociadas palabras como: seriedad, rigurosidad, disciplina, enseñanza, corrección… pero pocas nos viene la palabra “sentido del humor”.
En la educación también hay que integrar el sentido del humor, y a su vez, el sentido del humor también hay que educarlo.
Hemos de dar cabida al humor cuando estamos con nuestros hijos o alumnos, compartiendo bromas, riéndonos de los fallos o haciendo cosas absurdas de vez en cuando. Estaremos fortaleciendo vínculos y creando una sintonía armoniosa con nuestros niños. El sentido del humor sirve de estrategia de regulación emocional y es signo de salud mental e inteligencia. Enseña a ser flexibles, a desdramatizar situaciones o fallos, y a ser resilientes.
No se trata de reírse o bromear con todo, la actitud seria y firme también debe estar en la educación. Es mejor practicar un combinado.
¿Has probado a desactivar una rabieta o una protesta con el humor?, ¿o a pedir la colaboración para hacer algo usando el humor?. Humor con respeto, por supuesto. Realmente funciona.
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