En ocasiones nos encontramos ante dificultades o problemas importantes. Debemos aceptar que esto es algo natural e inherente al hecho de estar vivos. Sin embargo, puede ocurrir que no seamos capaces de hacer frente a tales circunstancias y se genere un gran dolor y un sufrimiento que nos incapacita para resolver adecuadamente la situación.

De tal manera que no necesita ayuda psicológica la persona que tiene problemas o está sufriendo, sino aquella cuyo sufrimiento desordena su vida al no saber cómo gestionarlo. Esto ocasiona que cada día sea más complicado encontrar el camino para alcanzar los objetivos a los que se aspira y, con el tiempo, el dolor, el sufrimiento, la frustración y la insatisfacción son cada vez mayores. Es en ese caso cuando es recomendable pedir ayuda psicológica.

Todas las personas podemos necesitar ayuda en algún momento. Acudir a un psicólogo no implica debilidad personal, al contrario, demuestra responsabilidad con la propia vida.

Todas las personas podemos necesitar ayuda en algún momento. Acudir a un psicólogo no implica debilidad personal, al contrario, demuestra responsabilidad con la propia vida. Además, el hecho de pensar “debo ser yo quien salga adelante” tampoco es un motivo para no seguir una terapia psicológica, ya que en ésta siempre es uno mismo quien va encontrando respuestas y adquiriendo nuevas destrezas, eso sí, guiado y apoyado por un profesional que velará por que el trato recibido sea el mejor de todos los posibles.